Hola queridos amigos, bienvenidos a un nuevo encuentro de Cápsulas de Sabiduría. Hoy haremos un análisis sobre el personaje clave de los mitos y leyendas: el héroe.
Antes de meternos de lleno en este personaje, hagamos una breve reseña de lo que se entiende por mito. Para los griegos, el mito no era más que una historia o un cuento donde aparecen personajes excepcionales como dioses, semidioses, héroes, monstruos y personajes fantásticos que llevan a cabo todo tipo de eventos; y en el relato de esa historia se busca dar explicación a diversos hechos y fenómenos.
Según el psicoanalista Carl Gustav Jung los mitos son un cristal que permite ver la forma en que piensa el hombre, algo así como una vía de acceso al inconsciente del ser humano, una lente que pone en evidencia los paradigmas universales. De esta forma, un mito se puede interpretar como una concepción del mundo.
Por supuesto, a lo largo de la historia y a través de distintas civilizaciones y culturas el mundo fue tejiendo una gran diversidad de mitos y es así que tenemos, por ejemplo, desde mitos griegos y romanos a mitos escandinavos, hindúes y americanos.
Entre los relatos más antiguos de la mitología griega se encuentran los poemas épicos de Homero, la Ilíada y la Odisea, los cuales se centran en torno a los sucesos de la Guerra de Troya. En la primera de las obras, la Ilíada, sobresale la figura de Aquiles, el héroe de Troya y guerrero por excelencia. Respecto a las obras de mitología romana podemos nombrar a La Eneida del poeta Virgilio, que a modo de continuación de La Odisea, describe la fundación de Roma. Dentro de la mitología nórdica podemos citar el relato de la Saga de los Volsungos y el poema del Cantar de los Nibelungos, donde sobresale la figura del héroe Sigfrido. También tenemos otros mitos europeos como los del mago Merlín, el Rey Arturo y la leyenda de uno de sus caballeros, Parsifal.
En todas estas historias sobresale siempre un personaje muy particular, el héroe, el guerrero. Ahora bien, ¿qué características tiene este personaje? ¿Qué características tiene el héroe?
En primer lugar, el héroe en general es hijo de un humano y un dios, por eso se dice que es un semidiós, y por eso es que posee habilidades extraordinarias, condiciones que lo ponen por arriba de un común mortal. Además de esto, el héroe o guerrero tiene un condimento esencial: el coraje, la valentía. Eso es lo que lo diferencia de los demás.
¿Y qué es lo que le posibilita al héroe ese coraje, esa valentía? Le permite hacer algo que nadie se anima a hacer, le permite desafiar absolutamente todo, a los hombres, al destino e incluso, a los dioses. Justamente, el verdadero héroe es el que desafía a los dioses.
¿Y qué significa desafiar a los dioses? Si lo pensamos bien, el hecho de rezarle a un dios externo, rezarle a un dios que está fuera de nosotros, implica pedirle algo a lo de afuera. Por lo tanto, seguir el designio de los dioses es seguir la ley, los paradigmas del afuera. Por eso, el héroe mítico es el que desobedece a los dioses, desobedece la ley, es el que no sigue los arquetipos, es aquel que sigue sólo al Sí mismo. Eso sí que es patear el tablero, ¿no? Desafiar a todo lo que viene de afuera.
Por algo en los cuentos infantiles se suele hacer referencia del guerrero o del caballero que lucha contra un dragón. De algún modo, en esas historias que podrían parecer simples podemos ver el poder desafiante del héroe, ya que el mismísimo dragón se puede interpretar como los mandatos, los paradigmas, el designio de los dioses, todo lo que viene de afuera.
En definitiva, todo el dilema de los mitos es el Poder vs el Amor. El poder, pensado como fama y riquezas, no es más que el sometimiento a las leyes y mandatos de turno, ya que surge de seguir a los mismos. Es decir, cuando nos polarizamos en el poder estamos sometidos al deseo del otro, no vamos desde lo propio.
En contraposición a esto, el héroe usa la espada del Espíritu para cortar todos los lazos, para matar al dragón. ¿Y desde dónde va el héroe? ¿Desde dónde viene? Desde el Amor, desde el Sí mismo. Por eso puede desafiar a todo lo que viene de afuera. El verdadero Amor, el que viene desde el Sí mismo, desafía todo.
Por supuesto, cuando el héroe toma la decisión de desafiar el designio de los dioses se generan consecuencias. El mundo se le vuelve en contra, y con todo el peso de la ley se buscará someterlo. Y llegará entonces la prueba para el héroe. Una vez que el guerrero sabe quién es deberá probarse en el mundo. Deberá probar su decisión.
¿Y en qué consiste esa prueba? ¿Cuál es la prueba que debe superar el héroe? La prueba que debe superar es que el mundo no apague su luz, que el mundo no apague su propia luz. Porque en el fondo, la verdadera tragedia del héroe no es la muerte física, sino sucumbir ante el deseo del otro, sucumbir a los mandatos del afuera.
Así que mis queridos amigos, si queremos vivir nuestra propia vida, si queremos construir nuestra propia realidad, en algún momento deberemos convertirnos en nuestro propio héroe o heroína. Sólo de esa forma dejaremos de ser el deseo del otro, sólo de esa forma encarnaremos el deseo propio. Debemos hacer como el héroe mítico y ser el héroe de nuestra propia vida.
Recordemos siempre que un verdadero héroe no necesita que lo aplaudan, no necesita fieles, no necesita seguidores. Los héroes se tienen a sí mismos, y contra eso no hay nada.
Hasta aquí llegamos con la reflexión de hoy.
Gracias por escuchar y hasta el próximo encuentro.