Hola queridos amigos, bienvenidos a un nuevo encuentro de Cápsulas de Sabiduría. Hoy hablaremos sobre la película Lawrence de Arabia.
La película, del año 1962, fue dirigida por David Lean y cuenta con las actuaciones de Peter O’Toole, Omar Sharif, Anthony Quinn y Alec Guinness. Narra la historia de Thomas Edward Lawrence, un oficial del ejército británico que logró unir las dispersas y enemistadas tribus árabes para combatir al imperio Turco durante la primera guerra mundial. La película está basada en el libro escrito por el propio Lawrence donde narra su experiencia militar y humana durante la guerra, libro que se titula “Los siete pilares de la sabiduría”.
La historia comienza en los cuarteles de inteligencia británica de El Cairo, donde se nos presenta Lawrence bajo la figura de un militar poco convencional, claramente distinto a la mayoría; una persona culta e instruida que no tiene miedo en cuestionar la realidad, incluyendo a sus superiores.
Lawrence es enviado a Arabia en una misión para contactar al príncipe Faysal y evaluar su situación en la revuelta que estaba sosteniendo contra los turcos. Emprende entonces un viaje a lo largo y a lo ancho del desierto árabe; montado a camello y con un guía beduino.
Cuando finalmente logra encontrar al príncipe, un coronel británico que lo acompañaba le aconseja quedarse callado, hacer la evaluación correspondiente e irse. Sin embargo, como ya se intuía en la personalidad de Lawrence, éste no se deja intimidar por dicha sugerencia, y en vez de permanecer callado y aceptar el plan de repliegue y retirada propuesto por el coronel, le propone al príncipe actuar de forma totalmente opuesta; propone atacar de forma sorpresiva el puerto de Áqaba. Si se lograba dominar esa zona sería estratégico para contar con abastecimiento británico y así continuar con la guerra desde una mejor posición. El príncipe, gratamente sorprendido por la personalidad de Lawrence, acepta la propuesta.
Con cincuenta hombres, Lawrence parte hacia la conquista de Áqaba. La tarea no es fácil, deben cruzar el inhóspito desierto de Nefud, al que los propios beduinos consideraban impenetrable. Durante la travesía, uno de los hombres sucumbe a la fatiga y se cae de su camello durante la noche sin que nadie lo advierta. Cuando Lawrence se da cuenta que falta uno de los hombres, decide ir a buscarlo.
Esto le genera una gran discusión con el Jerife Ali, que era el jefe de uno de los clanes que lo acompañaba. El Jerife le dice que no tiene sentido volver atrás para buscar a alguien que seguramente morirá al poco tiempo por las duras condiciones del entorno. La mayoría del grupo le hace saber a Lawrence el sin sentido de volver atrás, afirmándole que seguramente el destino de muerte de ese hombre estaba escrito en el desierto.
Ante esto, Lawrence toma una actitud enérgica y desafiante y les responde a todos que nada está escrito, ninguna situación es irreversible. Finalmente decide ir a buscar al hombre él solo. El resto del grupo sigue su marcha hacía Áqaba. Tiempo después y ante la sorpresa de todos, Lawrence logra volver con el hombre que estaba perdido, casi desfallecido pero aún con vida y gracias a esto se gana el respeto de todo el grupo.
Continuando camino se cruzan con el jefe de otro clan de la zona y gracias a la persuasión de Lawrence logran convencerlo para que los acompañe hacía la toma de Áqaba. Cuando finalmente llegan al puerto, sorprenden a los turcos, y logran tomar posesión del lugar.
Bien, ¿qué podemos decir hasta aquí de Lawrence? Que como un guerrero desafía todo, las condiciones sociales de los árabes que están enemistados y distanciados entre sí, el clima y la dureza del desierto, tormentas de arena, calor, falta de agua. En lo aparente todo está en contra, sin embargo, él desafía todo. Para el guerrero todas esas condiciones adversas no son más que una prueba para él mismo. Nada lo detiene.
¿En qué se apoya entonces? En el Espíritu. Recordemos que el Espíritu puede dar vuelta cualquier situación. ¿Y por qué lo logra Lawrence? ¿Por qué consigue sortear todas las dificultades? Porque no sigue a nadie. Es alguien que rompe con todos los arquetipos, justamente, no parece un militar. Es fiel a sí mismo. Se toma la vida como una aventura, como un medio para probarse a sí mismo. Si vamos a fondo, podemos decir que se trata de un hombre libre. No está encadenado a nada. Él escribe su propia historia.
En una parte de la película cuando le preguntan si no era fiel a Inglaterra, él responde que sí, que era fiel a Inglaterra y a varias cosas más. Obviamente Lawrence era fiel a lo más importante, a sí mismo.
Actuando estratégicamente él logra integrar a los distintos clanes y pueblos árabes que estaban divididos y enemistados. En definitiva, un extranjero logra unirlos. Como lo cita en un momento de la película un periodista norteamericano, se trata de un héroe. Un héroe que pelea por la libertad de los árabes, pero más que nada, por la libertad de sí mismo.
Como vemos en la película, Lawrence finalmente se va de Arabia cuando ya no había lugar para el guerrero, cuando la política, con sus minucias, arreglos y pactos llega para quedarse, cuando los árabes finalmente terminan pactando con los ingleses. Eso sí, él ya había dejado su huella en el desierto.
Bueno, hasta aquí llegamos con la reflexión de hoy.
Como despedida, les recomiendo escuchar la banda de sonido de la película, sin dudas emocionante.
Gracias por escuchar y hasta la próxima.