Hola queridos amigos, bienvenidos a una nueva reflexión de Cápsulas de Sabiduría. Hoy hablaremos sobre el cuento El Aleph del escritor argentino Jorge Luis Borges.
El cuento se publicó por primera vez en el año 1945 y aborda uno de los temas más recurrentes en la literatura de Borges: el infinito.
La historia comienza con la mención que hace el protagonista, que es el mismo Borges, de la muerte de Beatriz Elena Viterbo. Como se evidencia en el relato, Beatriz fue una mujer por la cual el protagonista siempre se sintió atraído emocionalmente aunque pareciera que nunca pudo concretar una relación. Pues bien, para la fecha del cumpleaños de Beatriz, Borges decide visitar la casa dónde ella vivía para saludar a su padre y a su primo hermano, Carlos Argentino Daneri.
A partir de allí, y año tras año Borges visita la casa de Beatriz para la fecha de su cumpleaños. En una de esas visitas, Carlos Daneri le comenta a Borges que hacía muchos años estaba escribiendo un poema sobre La Tierra, un poema que tenía como finalidad describir completamente al planeta. Luego de leerle algunas estrofas, Borges siente, con un tono de pedantería, que lo recitado no tiene valor (es notorio en esta parte del cuento, la rivalidad y el menosprecio que sentía Borges hacia Daneri).
Un tiempo después, Borges recibe el llamado de un preocupado y angustiado Daneri. La angustia se debía a que los dueños de su casa, habían decidido ampliar una confitería lindera y para ello debían demoler la vivienda. Y aquí la historia empieza a ponerse interesante.
Carlos le cuenta a Borges que la demolición de la casa era inadmisible ya que para terminar el poema de La Tierra era indispensable contar con algo que había en un sótano de la casa, y ese algo era un Aleph. El mismo Carlos le aclara en ese momento a Borges que un Aleph es un punto del espacio donde están incluidos todos los puntos, un punto que los contiene a todos. Es el lugar donde están, sin confundirse, todos los lugares del universo, vistos desde todos los ángulos. Daneri había descubierto el Aleph en su niñez y el mismo se había convertido en la fuente de inspiración del mencionado poema.
En ese mismo momento, y sin importar si Daneri estaba completamente loco, Borges decide ir a ver personalmente el Aleph. Llega a la casa, y entre suspiros al ver un retrato de Beatriz, Carlos Daneri lo lleva al sótano donde se encontraba el Aleph. Para verlo, debía acostarse sobre el piso y fijar la vista en el escalón diecinueve. Carlos se va y deja a Borges solo en la oscuridad del sótano para que tenga su experiencia.
En un momento Borges cierra los ojos, y al abrirlos ve el Aleph. El mismo estaba definido por una pequeña esfera tornasolada de unos dos o tres centímetros, y en ella se podía ver todo el universo. Todo lo existente estaba contenido en esa esfera, en ese punto. Eran infinitas cosas, y lo asombroso era que todas ocupaban el mismo punto, sin superposición y sin transparencia. El inconcebible universo estaba allí, en un punto donde asombrosamente confluían todos los tiempos y todos los espacios.
Finalmente, Carlos Daneri entra al sótano y al preguntarle a Borges que le había parecido el Aleph, éste contesta, con algo de indiferencia, que lo que había visto era formidable. Y sin discutir absolutamente nada, Borges decide marcharse.
La historia termina haciendo mención que la vivienda finalmente fue demolida y con un Borges que pone en duda la veracidad del Aleph. A pesar de lo que había visto, remarca que lo más probable era que existiera otro Aleph y que el de la casa de Daneri hubiera sido falso.
Bien, hasta aquí llegamos con la historia. Como verán se trata de un cuento muy interesante, así que si no lo han leído aún, ahora tienen un buen motivo para hacerlo (es un cuento muy corto así que lo pueden leer en unos pocos minutos).
Bueno, veamos ahora la idea que transmite el cuento y cómo podemos utilizarla para una reflexión más profunda. Como dijimos, el concepto del cuento es que el universo, es decir, el Todo está contenido en un punto. Y si todo está contenido en un punto, podemos imaginarnos también que en cualquier punto está contenido el Todo. Bajo esta analogía, podemos comprender la afirmación que dice que el Todo también está dentro de nosotros (nosotros estamos en el Todo y el Todo está dentro de nosotros). Por lo tanto, también es una forma de ver que en nosotros está contenido el Origen, el Sí mismo, el Espíritu.
Para ver todo esto de un modo más tangible, podemos pensar en lo siguiente: en nuestro cuerpo están sintetizados los tres reinos de la Naturaleza. El reino mineral está presente en los huesos (los huesos serían nuestra piedras o rocas). El reino vegetal está presente en nuestra sangre, en nuestro sistema circulatorio (el cual sería nuestro árbol). Y por su parte, el reino animal se encuentra presente en nuestros músculos (los cuales encierran las potencias animales que están en nosotros). Es decir, aquí podemos ver como la Naturaleza, como un todo, está presente en nosotros.
Y en definitiva, esa es la idea del Aleph, la idea de que el Todo está contenido en un punto.
Bueno, espero que les haya gustado esta reflexión.
Hasta la próxima y gracias por escuchar.