Hola queridos amigos y amigas, bienvenidos a otra reflexión de Cápsulas de Sabiduría. Hoy analizaremos el cuento Casa Tomada del escritor argentino Julio Cortázar.
Esta pequeña historia que explora el límite entre la realidad y la fantasía, forma parte de la colección de historias cortas titulada Bestiario. El cuento trata la historia de un hermano y una hermana que viven solos en lo que ha sido la casa de la familia por varias generaciones. Imprevistamente, los hermanos descubren que la casa ha sido invadida misteriosamente. Ese algo que invadió la casa va creciendo y se expande dentro de la misma, hasta que los hermanos quedan aislados en la última habitación.
Pero la pregunta que se abre al lector es: ¿por qué o por quién ha sido tomada la casa? ¿Y cómo deberían reaccionar los protagonistas? En el cuento, la primera pregunta no tiene respuesta. Los hermanos terminan abandonando la casa sin que se aclare quienes eran los invasores.
El cuento fue analizado bajo diversas miradas, siendo las más preponderantes aquellas con tintes políticos. Una de ellas es la que hace referencia a lo que sentía la clase media argentina con la irrupción del Peronismo. Allí, claramente el invasor se trataba del Peronismo.
Otra mirada corresponde a lo que sucedió en Francia hacia 1940. En este punto hay que considerar que el cuento fue escrito en 1944 y que Cortázar sentía un vinculo sentimental muy fuerte con Francia (recordemos que él nació en Bélgica y que en la década del 50 se estableció en París). En mayo de 1940, los alemanes invadieron Bélgica, ocupando posteriormente París y el norte de Francia. Si bien muchos lograron escapar al sur del país, finalmente en 1942, el ejército nazi ocupó el resto de Francia. En ambas ocasiones Francia no presentó demasiada resistencia, y terminó por convertirse en un país tomado.
Ahora bien, dejemos a un costado las miradas políticas, que por supuesto tienen su razonable justificación, y analicemos el simbolismo del cuento desde un punto de vista más trascendente. En la historia se hace referencia de los recuerdos familiares que guarda la casa, y que justamente esa es la razón por la cual a los hermanos le gusta tanto vivir allí.
También se hace notar que la casa requiere limpieza constante debido a que se llena de polvo muy fácilmente. Algo para remarcar es que una de las ventajas que sienten los protagonistas a medida que van quedando aislados en la casa es que la limpieza de la misma se termina simplificando dado que el espacio que van habitando es cada vez menor.
Otra de las referencias del relato consiste en las actividades que realizan los personajes además de la limpieza. La hermana se dedica a tejer la mayor parte del tiempo y el hermano a medida que van quedando encerrados se dedica a revisar la colección de estampillas del padre.
Durante todo el relato se percibe por parte de ambos hermanos una sensación de abandono de sus propias vidas (incluso se relata que ninguno de ellos pudo formalizar pareja a causa de la casa), se percibe una sensación del paso del tiempo y una espera, que en la hermana queda bien manifestada bajo la actividad del tejido.
Claramente ambos hermanos no tienen el control de sus propias vidas, ya que el poder en todo momento lo tiene el invasor. Ninguno de los dos hermanos se atreve en algún momento de la historia a enfrentar a los misteriosos invasores. De esta forma podemos hacer una significación del cuento en torno a los arquetipos y paradigmas familiares. Es decir, podemos pensar la casa como una representación de los mismos protagonistas, que en vez de estar habitada por ellos mismos, dejan que los paradigmas del afuera tomen posesión de su propio lugar.
En este caso, el paradigma en particular al que se hace referencia es el familiar, el arquetipo familia. Sin dudas, los dos hermanos no han podido romper con los mandatos familiares, y como si fuera ley para ellos, deciden sacrificar sus propias vidas a costa de los mismos. Es por esto que al invisible invasor lo podemos interpretar como los mandatos familiares que se transmiten en todas las familias de generación en generación. Tan sutiles como avasallantes, si no los enfrentamos en algún momento, si no damos respuesta a eso, nos van acorralando hasta que nos devoran por completo, y son ellos, los mandatos los que terminan por habitar nuestra propia casa. El otro termina habitando nuestro lugar.
Por eso mi estimado amigo, debemos estar siempre atentos a los mandatos que vienen desde nuestra familia, deberemos enfrentarlos en algún momento, deberemos dar respuesta desde lo propio, de modo que siempre seamos fieles a nosotros mismos y no seamos esclavos de esos designios.
Bueno, hasta aquí llegamos por hoy.
Gracias por escuchar y hasta el próximo encuentro.